¡POR DIOS!
Es una exclamación muy popular entre los cristianos cuando
algo nos sorprende. Pues basándonos en esta metáfora en los tiempos actuales y
con la que está cayendo, la expresión no se nos caerá de los labios. La
televisión nos bombardea continuamente con sucesos relacionados
con guerras, catástrofes, robos, atracos, choriceos y un sinfín de casos
desagradables que estamos aceptando como natural y nos olvidamos que en el amplio mundo y concretamente en España
también hay almas buenas y personas que se entregan en beneficio de sus semejantes. Los cristianos que nos
hemos criado cumpliendo con los diez mandamientos, que nada malo nos enseñan,
pedimos que se nos respete y nosotros también tenemos la obligación de respetar
a los demás. La asistencia a las misas de los domingos va a menos, pero el
“botellón” va a más. Por Dios, seamos sensatos.
Publicado en el diario HOY el 17 de julio de 2016
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