La anatomía del cuerpo humano se divide en dos
hemisferios y por ello tenemos un brazo
y una pierna que se conjuntan en una parte u otra de nuestro esqueleto y que
independientemente podemos mover en todos los sentidos, pero atención, solamente poseemos una cabeza y un corazón.
La cabeza para pensar y el corazón para suministrar sangre y dar vida a todo el
cuerpo. ¿Qué uso hacemos de nuestros miembros? ¿Lo dedicamos solamente a una
parte izquierda o derecha y la otra la abandonamos? Imposible, es un conjunto inseparable.
Caminamos porque movemos con armonía las dos piernas. Si con una se avanza y
con la otra se retrocede no hemos conseguido andar. Si esta teoría la llevamos
a la política observaremos que es imposible que cada parte por sí sola funcione
bien. Y una vez en este campo los componentes de un partido dice sí, el llamado oposición clama un no rotundo,
aunque las decisiones sean acertadas. La
cabeza y el corazón la cambiamos por el egoísmo humano que en estos casos
carece hasta de lógica. El oponerse por sistema es no llegar a un mutuo acuerdo
y ello puede hasta generar un estado de guerra que complacidamente aceptan las
partes y lo sufre el amado pueblo. Seamos sensatos y hagamos buen uso de
nuestros sentidos para encauzar la humanidad por un camino sin contrariedades y
violencia y así todos ganaremos. ¿Lo conseguiremos?
Publicado en el diario HOY el 25 de febrero de 2015
No hay comentarios:
Publicar un comentario